...Y por un momento, todo fue perfecto...

...Sabia frase de mi amigo Claudio. A veces los complejos y diminutos engranajes que mueven a la vida se ponen de acuerdo para quedar por algunos segundos bajo el cobijo de la felicidad. Si la reunión anterior donde celebramos la titulación del Enzo ya era un momento memorable, lo que se dio este sábado no hizo más que eternizar la felicidad de volver a ser los mismos de antes. Fue como volver en el tiempo, y simplemente tocar música mientras nos regocijábamos por dentro por la alegría del instante. Tenemos fotos de aquella noche, pero si no hubiesemos tomado fotos, de todas formas lo recordaría con lujo de detalles. Ver la batería armada al fondo del escenario, amplificadores por doquier, un halógeno iluminando la fría noche de Pan de Azúcar, mi teclado sobre una mesa, un Shure esperando por llenar de rock toda la hacienda, una Fender, una Ibanez y un Washburn, sumémosle un ensoniq y una Pearl y tenemos el escenario perfecto para reavivar la nostalgia, desempolvar viejos acordes y quemarse las manos y las gargantas haciendo música. Pero todo eso no serviría de nada sin una buena señal.... Jojojo..., poniendome serio de nuevo, todo eso no serviría de nada sin 3 elementos fundamentales para mi caso personal: 1. Estar junto a quien más amo en el mundo, 2. Tener un buen motivo para celebrar con mis amigos ...y 3. Sentir que la vida siempre la vida da segundas oportunidades y está en cada uno de nosotros aprovecharlas. Y yo siento que la estoy aprovechando, y me siento muy feliz de incluir en este post al Cristian, quien nos hizo falta la tocata anterior, y junto al Enzo, el Claudio, el festejado Richard, el Jonatan y quien les escribe vivimos una noche para recordar. Si incluso no sonamos mal. Ahora voy a andar buscando motivos para revivir esto, pero en realidad creo que podemos hasta inventarnos un motivo. Por todo esto, reitero mi homenaje en este humilde blog a la amistad, para que nunca nos abandone y nos siga acompañando en los momentos más importantes de nuestras vidas.
Y un consejo, tan humilde como los artículos que escribo aquí. No pierdan el tiempo entre enemistades, enojos y desencuentros. La vida es demasiado corta como para pasarse la vida en eso. Como dijeron en una película por ahi: "Carpe Diem"